Walt Disney,
creador de un mundo mágico

El padre de Disneylandia
y de los dibujos animados modernos nació con el nombre de Walter Elías Disney
el 5 de diciembre de 1901 en Chicago, Illinois, en Estados Unidos. Su familia
vivía en una granja de Missouri y, desde pequeño, Walt mostró un profundo
interés por el dibujo; de hecho, ya a la edad de 7 años vendió sus primeros
bocetos a los vecinos de sus padres.
Mientras realizaba los estudios de la preparatoria
en Chicago, sus ocupaciones favoritas eran el dibujo y la fotografía, con las
que colaboraba en el periódico de la escuela. Por las noches asistía a la Academia de
las Bellas Artes.
Hacia el final de 1918, Walt intentó enrolarse en
el ejército, pero no lo consiguió porque todavía era menor de edad. Sin embargo
sí le fue posible incorporarse a la Cruz Roja , y viajó a Europa para trabajar como
chofer de ambulancia durante un año. Al término de la guerra volvió a su país y
se estableció en Kansas, donde comenzó su carrera de dibujante de anuncio
publicitarios. Por ese tiempo perfeccionó una nueva técnica que combinaba
escenas filmadas en vivo con caricaturas.
En 1923 Disney partió para Hollywood con un traje
viejo y sólo 40 dólares en el bolsillo. Con la colaboración de su hermano Roy,
puso un despacho de producción de dibujos animados. Pero fue recién en 1928
cuando Walt dio vida al célebre Ratón Mickey. Sin embargo, retrasó unos meses
su presentación en público para incorporar el sonido —recientemente inventado—
a su creación. Así, el 18 de noviembre de 1928, el Ratón Mickey hizo su debut
en Steamboat Willie.
La influencia de Disney era tan grande que en
1930, el gobierno de Alemania prohibió la proyección de un filme del Ratón
Mickey, pues argüían que los gatos que aparecían en él, y que llevaban cascos
militares alemanes, ofendían la dignidad de la nación, por tratarse de los
villanos de la historia.
Fue en la década de los años treinta que Walt
Disney creó a todos los personajes que aún son los favoritos de los niños: el
Pato Donald, Pluto, Tribilín, Daisy, Minnie, entre otros. El impulso creativo e
innovador de Disney no conocía límites pues también introdujo el uso del color
mientras realizaba su serie titulada Silly
Symphonie. En 1933, como parte de esta serie, produjo Flores y árboles,
primer filme en Technicolor que le valió su primer premio de la Academia de
Ciencias y Artes de Hollywood. El día 21 de diciembre de 1937 lanzó Blanca Nieves y los siete enanitos,
basado en el cuento de los hermanos Grimm. El filme estaba conformado por dos
millones de dibujos y tenía una duración de 83 minutos. La producción costó
alrededor de un millón y medio de dólares, y estuvo a punto de sumir en la
bancarrota a la
compañía Disney , pero fue un éxito taquillero desde su
primera presentación y aún lo sigue siendo hoy en día; durante los primeros
seis meses de proyección, Blanca Nieves
ganó un total de dos millones de dólares. Dos años más tarde, en 1939, Walt
Disney fue galardonado por esta película; la Academia le confirió un Oscar por su innovación en materia de
dibujos animados, y 7 estatuillas en miniatura del Oscar, que representaban a los enanitos. La Asociación de Críticos
de Cine de Nueva York le otorgó un premio extraordinario por este filme.
Durante los siguientes 5 años, filmó otros clásicos para la pantalla grande,
como Pinocho, Fantasía, Dumbo y Bambi.
Hacia 1940, Disney terminó de construir sus
estudios de Burbank, California; en sólo 17 años su empresa se había vuelto
enorme, pues contaba con más de 1.000 empleados entre dibujantes, animadores,
escritores y técnicos.
En 1944 produjo la película musical The Three Caballeros; en ella combinaba
filmaciones en vivo con caricaturas. En 1964, produjo Mary Poppins, película esterilizada por Julie Andrews que le valió
la aclamación de la comunidad internacional. En total, los estudios de Disney
han producido más de 100 largometrajes desde su fundación.
Uno de los objetivos principales de Disney era
educar por medio del entretenimiento y los dibujos animados. Este interés
desembocó en la serie Aventuras de la vida real. En películas como El desierto viviente y El león africano, entre otras, Disney
retrató el fascinante mundo de los animales salvajes con la intención de
mostrar la importancia de la conservación de la vida silvestre.
Disney fue también pionero en el campo de la televisión. En la
década de los años cincuenta El Club del
Ratón Mickey era una de las series más populares. En 1961, produjo El mágico mundo del color.
En ese mismo año, Walt Disney se interesó
profundamente por la formación de profesionales del arte, y fundó el Instituto de Artes de California,
universidad que abarca diversas ramas artísticas. Walt dijo de ella: “Es lo
principal que espero dejar cuando me mude a prados más verdes. Si puedo ayudar
a proporcionar un lugar que desarrolle el talento del futuro, creo que
habré logrado algo.” Esta institución es
producto de la fusión del Conservatorio
de Los Ángeles y el Instituto de Arte
Chouinard, y engloba un concepto nuevo de “comunidad de las artes” donde,
además de la enseñanza de música y arte, se imparten clases de teatro, diseño,
cinematografía, escultura, cerámica y diseño de modas.
En total, Disney obtuvo por su producción fílmica
26 premios de la Academia y siete Emmys.
Los gobiernos de diversos países le otorgaron condecoraciones especiales, como
la Orden del Águila Azteca, del
gobierno de México, la Legión de Honor,
del gobierno francés, y la Orden de la
Cruz del Sur, del Brasil, entre otras. Asimismo varias universidades le
confirieron títulos honorarios de Artes y Ciencias. A su muerte, su familia
realizó sus exequias en una pequeña iglesia de Glendale, California.
En octubre de 1967 vio la luz pública el último
filme en que Walt intervino personalmente: El libro de la selva, basado en la
novela del escritor inglés Rudyard Kipling.
Extraído de Escenas
inolvidables del siglo XX, Reader’s Digest de México, 1998