El guión cinematográfico
El guión, ese relato narrado en una determinada
cantidad de páginas, cumple en principio, una función mediática, y es por ello
EFÍMERO, pues está destinado finalmente a desaparecer, o en el mejor de los
casos, a ser otra cosa. Su destino final es su transformación. Ese relato será
en definitiva expuesto en imágenes y sonidos a partir de una pantalla.
Es asimismo y por naturaleza un objeto ciertamente
AMBIGUO, pues si bien al trabajar en un guión hacemos uso de la palabra
escrita, no por ello debemos pensar que transitamos con comodidad en los
espacios reservados a la producción literaria. En realidad, en el guión,
nuestro “texto” describe imágenes y sonidos. Nuestra tarea siempre apunta a
describir en términos de imágenes y sonidos elementos organizados narrativa y
dramáticamente para conformar y converger en una propuesta cinematográfica.
Es también el guión, un objeto PROVISORIO, es decir
condicional, inacabado, siempre sujeto a una posible relectura, un posible
cambio o alteración. El llamado “corte final” del director o productor en la
sala de montaje, confirma su carácter siempre provisional.
No está destinado a que la gran masa del público lo
lea. Son muy pocos los que se asoman a su lectura. Esta minoría busca en el
guión satisfacer su propia necesidad. El actor buscará su personaje y sus
líneas dramáticas. El productor buscará fundamentalmente un éxito comercial. El
director de arte una propuesta estética. Quizás el realizador tendrá una
lectura más completa y reflexiva del guión. Pero aún así todos, sin embargo,
querrán algo de él y también pretenderán modificarlo en pare, a fin de
satisfacer su propio interés.
Escrito entones para ser leído por muy pocos, el
guión tiene sin embargo como destino final millones de espectadores, a partir
de su expresión definitiva en términos de imágenes y sonidos.
Escribir un guión es una forma distinta de escribir
literatura. Con miradas, con silencios, con imágenes, con acción. Con
movimiento y ritmo. Se escriben con discursos, con sonido, con música e incluso
con ruidos. Se escribe deteniendo la imagen, haciéndola avanzar rápidamente e
incluso, indicando su desaparición.
El guión, en efecto, a pesar de tener atributos no
demasiado envidiables, es también el modelo de la futura película. ES UN MODELO
A REPRESENTAR. En definitiva, al guiñar,
estructuramos y desarrollamos imágenes y sonidos para construir un modelo, es
decir, la primera puesta en escena de una futura película.
El guión es un SISTEMA ABIERTO que fluye hacia
adelante y lo que ayer era bueno para la historia, quizás mañana no lo será.
Tengamos atención flotante. Sepamos escuchar a nuestros personajes cuando nos
dicen casi a gritos, que ése no es el camino. Que lo están manipulando y
manipulando la historia. Que por eso no actúa. O no habla. O lo que dice, los
discursea incorrectamente. Sepamos escucharlo y no nos cerremos con la
ofuscación de los necios.
Fragmentos de:
Lito Espinosa – Roberto Montini, Había una vez… Cómo escribir un guión. Kliczkowski Publisher.
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